lunes, 26 de noviembre de 2007

Orvieto, ciudad subterránea.

Mezcla de ciudad etrustca, medieval y renacentista. Situada en la región de Umbría y con una superficie de 281m2, la ciudad de Orvieto se alza sobre una plataforma de roca volcánica, elevada a 50 metros del suelo.
Tras varias luchas entre familias patricias, fue conquistada por el cardenal Egidio Albornoz en 1364. En 1450 pasó a formar parte de los Estados Pontificios.



Toda la roca donde se asienta la ciudad ha sido excavada por sus habitantes durante tres mil años, dando lugar a un increíble número de cavidades, en varios niveles, que se cruzan bajo la moderna red urbana. Algunas de estas estructuras subterráneas pueden visitarse todavía hoy. Durante el recorrido guiado pueden verse nichos funerarios de la Edad Media, pozos, bodegas, etc. excavados para evitar que la ciudad quedase desabastecida en caso de un asedio.


Su Catedral, el Duomo, es una joya de la arquitectura románico-gótica que todavía conserva los frescos de Luca Signorelli. Fue construida en 1290 por deseo del Papa Nicolás IV. En una de sus capillas se conserva el lino con manchas de la Sangre de Cristo durante el milagro de Bolsena de 1263.


Para acceder a la ciudad es necesario subir en un funicular que atraviesa la montaña.


El barrio antiguo, la impresionante vista de la llanura, el aire limpio, la tranquilidad de sus calles, sus casas de cuento… hacen que se convierta en un pequeño lugar que merece la pena visitar.






Fotos: Pozo de San Patricio
Construido en 1527 bajo pedido del Papa Clemente VII. Tiene una profundidad de 62 metros y cuenta con dos escaleras helicoidales sobrepuestas (iluminadas con 72 ventanas), con 248 peldaños cada una (una de subida y otra de bajada). Están dispuestas de tal forma que dos personas que vayan en sentido contrarío nunca podrían encontrase en su interior.





En los últimos años se ha procedido a cartografiar el laberinto de excavaciones pero la ley prohíbe la publicación del plano de los túneles bajo la cárcel y las instalaciones militares.

viernes, 23 de noviembre de 2007

No quiero volver



Cuando pienso en el poco tiempo que me queda en Roma me agobio.
Me encanta el contraste que ofrece esta ciudad: grandes calles llenas de tráfico y de gente, de locales de todo tipo; tantos cines y teatros, museos, galerías de arte, iglesias, fuentes, monumentos y restos históricos y que aparecen cuando menos te lo esperas en medio de la ciudad.
Barrios de artesanos, lugares pintorescos y llenos de cultura. Otros invadidos por las grandes firmas donde reina el lujo y la elegancia.
Deliciosos olores que surgen de la nada y que despiertan los sentidos (pastas y pizzas recién hechas, dulces y café...).
La Fontana de Trevi, Piazza Venezia, Piazza de Spagna, Piazza Navona y Campo di Fiori, Villa Borghese, San Pietro, el Colosseo, l'Isola Tiberia, Trastevere, el Gheto, el río Tevere, Porta Portese, Via del Corso, Cola di Rienzo, Testaccio, el bús 46, el 49 y el 45N, la línea A del metro, los periódicos gratuitos a la salida, los helados, la pizza al taglio, el Fluid, el capuccino, mis compis de piso, el calendario de la limpieza, la conexión de internet robada al vecino, la gente Erasmus... y tantas otras cosas.

¿Podré vivir sin todo esto? ¿Podré acostumbrarme a mi pequeña (y agobiante) ciudad?





lunes, 19 de noviembre de 2007

A falta de microondas...



... ya descongela la estufa.

Solita



Ya me he quedado solita, familiarmente hablando.
Primero se fueron mis padres, ahora le ha tocado regresar a Emilio. Me había acostumbrado a tenerlos otra vez en mi día a día pero, todo lo bueno se acaba.





Esta vez nos veremos más pronto. Sólo falta un mes para que regrese a casa por Navidad. Qué ganas tengo de veros a todos!!

Echo de menos mi habitación, mi baño, mi cocina (y las comiditas de mi madre, jeje);
Mi salón, con su tele y su mando a distancia, con los sofás, la estufa y la mantita para ver la tele por las noches.
Hecho mucho de menos los fines de semanas con vosotras (aunque al final nos cansemos de ir a los mismos sitios, también echo de menos esa rutina). Incluso echo de menos ir a Beat, Artería, Flaherthys (nunca sabré escribirlo), pasear por las calles de Elche;
Los viernes de cine y chucherías; los domingos de paseo con Emilio.
Las mañanas de Sábado con mamá: desayuno en Laico y paseo por las tiendas. Y toda ella en general y su compañía;
Echo de menos las bromas de mi padre, comprar frutos secos con él, verlo en casa con su radio en los oídos y leyendo sus libros/periódicos. Su compañía viendo la tele: primero protesta por lo que estamos viendo y no nos deja oír, luego pregunta “¿Y quién es ese? ¿y qué ha pasado? ¿Y por qué hace eso?” y espera que nos hayamos enterado para contárselo.
Echo de menos mi coche: la independencia que me daba, el no tener que esperar autobuses/metro, no tener que compartir espacio con extraños, no tener que hacer trasbordos para volver a casa y poder escuchar mi música mientras voy calentita en mi coche.

Echo tantas cosas de menos que podría llenar todo el blog con ello. Pero la verdad es que esta ciudad me gusta y estoy muy bien aquí.

Por cierto, ¿estáis ya pensando en Nochevieja? ¿Hay alguna propuesta de plan interesante o diferente? Si estáis pensando en organizar algo contar conmigo y sino hay plan… pues hay que hacerlo!!
Y cuando se haya hecho el sorteo de la A.I. mandarme quien me ha tocado que le compre el regalito por aquí (pero si se deja para muy tarde no me dará tiempo).

¡Tengo ganas de Navidad!

jueves, 15 de noviembre de 2007

Está hecha para mi...!!!



... y yo para ella!!

Cena revuelta

Ayer Emilio nos invitó a cenar a mis compis de piso y a mi. Había hecho una scommessa (apuesta) con Inés sobre con quién estaba Natalia Estrada; si con Berlusconi o con un primo o hermano o familiar por el estilo. El caso es que ganó Inés, que a estos temas del corazón no le puede nadie, ya que Natalia Estrada es novia de Paolo Berlusconi (hermano de Silvio Berlusconi). La apuesta consistía en una cena del McDonalds. Y allá que nos bajamos al que tenemos en la esquina de casa, compramos una botellita de Lambrusco y unas pastas de postre.





La cena iba la mar de bien cuando, de repente, empezamos a escuchar un ruido (como un escape). Después de revisar el gas y comprobar que no tenía fuga, miramos el fregadero. Era la lavadora, que gracias a los "apaños" que hace nuestro casero por ahorrarse unas pelillas, nos hemos quedado sin poder lavar (de momento).


Emilio e Inés demostrando su sabiduría sobre el fantástico mundo de la fontanería.

Stassera tiene que venir el casero a cobrar, así que le mostraremos el panorama a ver qué nos dice...

martes, 13 de noviembre de 2007

Pompeya

Un lugar que me encantó y que no me esperaba que fuera a ser así. La ciudad abre a las 8 de la mañana y cierra a las 5 de la tarde pero da tiempo a recorrérsela entera en un solo día y poder ver cómo eran las casas, las calles, las panaderías, los bares, ecc. Todo se conserva en perfectas condiciones y es muy facil hacerse una idea del tipo de vida que llevaban y reconstruir en tu mente cómo era aquél escenario. Un lugar al que sin duda alguna volvería. Así que ya sabéis, quien venga a Italia, no puede pasar sin visitar Pompeya.

Nápoles y Pompeya

Este fin de semana pasado hemos hecho otra escapadita. Ahora tocaba Nápoles y Pompeya.
Al grupo se ha unido un nuevo miembro: el Señor Emilio que está de visita por tierras italianas, nada más y nada menos que 16 días.

No vimos el Nápoles mafioso y peligroso del que todo el mundo nos había hablado. Era un lugar peculiar, algunas zonas eran bastante bonitas bonitas (como la zona del puerto) pero hay que reconcoer que cuando caía la noche o según la calle en que te metieras, el ambiente podía llegar a cambiar bastante. De todas formas, no vimos mafiosos, pistolas tiradas por el suelo (otra amiga sí que lo vio y nos enseñó fotos), no nos robaron,ecc. No nos pasó nada peligroso, como nos dijeron que nos podía pasar. No se porqué tienen tanto miedo a Nápoles, hay romanos que no se atreven ni a dejarse caer por allí y se habla de un Erasmus que está allí que, despues de entrarle a robar a casa, duerme con un cuchillo bajo la almohada...

Yo como sólo puedo hablaros de lo que ví, os enseño algunas fotos para que opineis vosotros:





 
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