jueves, 28 de junio de 2007

No podía ser de otra forma





Zurich fue testigo del nacimiento de un genio en 1924. En ese momento nadie podía imaginarse que aquel niño, Robert Frank, se convertiría algún día en uno de los mejores artistas de la Historia. Allí comenzó su aprendizaje como fotógrafo pero pronto se le quedó pequeño el lugar.
Un buen día subió a un barco con destino a Nueva York, ciudad que le sirvió de escenario para uno de sus trabajos más destacados, el libro de fotografía The Americans.
Influenciado por otro genio, Walker Evans, viajó a través de Estados Unidos durante dos años en los que captó cerca de 28.000 imágenes, de las cuales, sólo 83 fueron seleccionadas para la elaboración del libro.

Finalmente, tras recibir diversas críticas, fue publicado en 1958 pero no pareció convencer mucho a los americanos, quienes llegaron a sentirse ofendidos con este trabajo ya que decían que no se veían reflejados.
Una visión distinta de la sociedad estadounidense retratada a través de su cámara, donde la figura del sujeto pasa a segundo plano.

Su trabajo se merecía un reconocimiento (más) y, como no podía ser otra forma, el pasado 25 de junio fue galardonado con el
premio PhotoEspaña 2007, en una ceremonia tuvo lugar en el Teatro Español de Madrid.

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